viernes, febrero 23, 2007

Alla amatriciana

Hete aquí una sencillísima y sabrosa receta de pasta.
Cuatro consejillos a la hora de prepararla.
Hiérvala en abundante agua (1 litro por cada 100 gramos), sea generoso con la sal, no eche jamás aceite en el agua de cocción (no evita que la pasta se pegue) y cuézala siempre con la olla destapada.
No se exceda con el tiempo de cocción, es preferible que esté un poco dura, al dente.

La preparación que le propongo hoy, alla amatriciana, es originaria de la región del Lacio.
Si algún día tiene la oportunidad de visitar la maravillosa ciudad de Roma, no dude en acercarse al barrio del mercado central (Testaccio) y degustar este plato en cualquiera de los pintorescos restaurantes de la zona.

Recomiendo utilice spaghetti, bucatini, rigatoni, penne rigate o fusilli a la hora de preparar esta receta.

Ingredientes para 4 personas

400 gr. de pasta
Aceite de oliva (4 cucharadas soperas)
1 cebolla (finamente picada)
2 dientes de ajo (finamente picados)
1 vaso de vino blanco
200 gr. de panceta (cortada en tiras pequeñas)
1 hoja de laurel
Orégano seco (1 cucharada sopera)
400 gr. de tomate triturado
Pimienta de cayena (1 guindilla)
Pimienta negra
Sal
Queso pecorino rallado (si no lo encuentra puede sustituirlo por parmesano)

Vierta el aceite en una cazuela y dore a fuego suave la panceta.
Cuando esté ligeramente tostada añada la cebolla.
Sofríala durante unos diez minutos, adicione el vino blanco y deje cocer hasta que el líquido se haya evaporado.

Incorpore el ajo, deje dorar ligeramente y agregue el tomate triturado, el laurel, el orégano, la guindilla y un pellizco de sal.

Tras veinte minutos a fuego moderado la salsa estará lista.

Mezcle con la pasta hervida y añada pimienta negra y queso al gusto.

Puede acompañar la pasta con una ensalada de tomate, mozzarella, aceitunas negras y albahaca fresca ; de rúcula, queso de cabra, higos y piñones; de lechuga romana, hoja de roble, lollo rosso, tomate cherry y hojas de espinaca; de berros, manzana y nueces; de escarola, cebolla tierna y granada.

Tírese a la piscina y prescinda de la aburridísima ensalada de lechuga y tomate.
¡Deje volar la imaginación!

Buon Apettito!

2 comentarios:

Blogger lucas quejido ha dicho...

Compañero, precisamente tengo un dato de interés sobre esta receta. La pasta alla amatricciana que comí en Roma estaba hecha con galta en lugar de panceta.
Un saludo.

3:34 a. m.  
Blogger Ivo von Menzel ha dicho...

Muy buenas,

interesante y curioso dato.
¿La habían cocinado como solemos hacer aquí (guisada) o estaba en salazón o ahumada?
Los más puristas dicen también que no lleva cebolla ni vino blanco.
Dependiendo del barrio, también cambia la manera de preparar el plato, como suele ocurrir con infinidad de platos de pasta, yo diría más sagrada en la ciudad que los pingüinos del Vaticano.
Se me ocurrió entrar en un foro sobre el tema y había cientos de opiniones al respecto.
Para volverse majara con el tema.
No tengo costumbre de entrar en los museos de las ciudades que visito, tampoco entro en los de la mía, únicamente en etapa escolar, prefiero callejear, pero en la Ciudad Eterna me quedé con ganas de visitar el Museo de la Pasta.
Pretexto para volver.

Un abrazo,

Ivo

11:25 a. m.  

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