viernes, octubre 06, 2006

Tipos como Lenny

Como ya les comenté en un artículo anterior, Los Soberanos, conjunto de corte moderno especializado en sonido ye-yé del que formo parte en calidad de vocalista, tuvimos el placer de actuar el sábado pasado en esa maravillosa ciudad que es Madrid.
A media actuación explique un chiste, supongo bastante malo, sobre las últimas declaraciones de Aznar acerca de la invasión musulmana de España.
Después del concierto se me acercaron varios energúmenos con muy aviesas intenciones, me acorralaron y empezaron a imprecarme.
Métete con Rubianes, cabrón separatista y alguna que otra lindeza más que no vale la pena transcribir por lo soez e imbécil del vocabulario empleado.
Suerte que obvie la parte del monólogo en la que me planteaba si el expresidente seguía teniendo en tanta consideración a la Guardia Mora de Franco después de lo que había dicho de los mahometanos.
Quien calla otorga, ya me veía trasegando una botella enterita de aceite de ricino, y sin poder rebajarlo.
Conste en acta que me encanta la capital y que la gran mayoría de los madrileños que he tenido el gusto de tratar son de natural cordial y derrochan simpatía.

El periodista y escritor Arcadi Espada es agredido en un acto en Gerona por el NO al nuevo Estatuto; retiran el montaje teatral de Rubianes, “Lorca éramos todos” del Teatro Español por unas polémicas declaraciones del artista; el presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas, el imán Félix Herrero, exige que se suspendan las tradicionales Fiestas de Moros y Cristianos por considerar que "no tienen cabida en la España democrática"; el bufón Leo Bassi recibe numerosas amenazas de muerte que culminan con la colocación de un artefacto explosivo en su camerino.

Bienvenidos a la España del talante.
Amigo, no se le ocurra obviar, cuestionar, protestar o chotearse de lo que a usted le venga en gana porque corre el riesgo de que le cierran la boca a guantazos.
No se ría usted de la Iglesia, ni de los del brazo y los del puño en alto, ni de los de las barbas y el turbante; cuidadín con lo que comenta acerca de los de la estelada y la ikurriña, de los extracomunitarios, de los sin papeles, las viudas y los pensionistas; mucho ojo con las vindicantes, los gays, lesbianas y transexuales, los discapacitados y las parejas de hecho, precaución con los militares, la familia Real, las tonadilleras y los prevaricadores, tiento con lo que dice de los judíos, los ecologistas y las víctimas de conductores borrachos.

Limítese a cumplir con su jornada laboral, pague sus impuestos, cumpla con sus obligaciones y pase sus escasos tiempos de asueto gastando su sueldo paupérrimo en el centro comercial, pero chitón, calladito está más guapo.
Nuestro país está al borde del colapso nervioso por culpa de una patulea de fanáticos que disfrutan imponiendo la crispación, la sinrazón y el miedo.

En estos tiempos aciagos son más necesarios que nunca tipos como Lenny Bruce.
Leonard Alfred Schneider nació en Nueva York el 13 de octubre del año 25 en el seno de una familia de comediantes judíos.
A principios de los años 50 empezó a actuar como monologuista en night clubs donde a nadie dejó indiferente su humor obsceno y corrosivo.
En esa América sumida en la Guerra Fría, paranoica, reaccionaria y ultraconservadora, Lenny no dejaba títere con cabeza. Hablaba abiertamente sobre temas como la homosexualidad, el consumo de drogas o el aborto.
La mayoría de sus actuaciones giraban en torno a un tema concreto que él interpretaba en sketches improvisados, efectuando rápidos cambios de personajes y voces.
Arremetió sin piedad contra el American Way of Life, el abuso de poder, los políticos, la religión, el patriotismo y el racismo.
Sus irreverentes arengas le convirtieron en persona non grata.
La Legión de la Decencia, Edgar Hoover al mando del F.B.I., asociaciones de excombatientes, congregaciones religiosas , e incluso los tontos de capirote del Ku Klux-Klan, pusieron precio a su cabeza.
Fue detenido por obscenidad en infinidad de ocasiones, sufrió un acoso policial implacable.
Tras múltiples juicios y procesos, abogados y apelaciones, Bruce acabó totalmente arruinado, en octubre del 65 se declaró legalmente insolvente.
Murió de sobredosis el 3 de agosto del 66.

Harto recomendable es la película basada en su vida ( “Lenny”) que realizó Bob Fosse, el director de “Cabaret” y “Comienza el espectáculo”. El habitualmente cargante Dustin Hoffman borda su interpretación poniéndose en la piel del cómico. No se la pierdan.

La parodia y la sátira son absolutamente necesarias en la lucha contra el fanatismo y la intolerancia. Si combatimos a los exaltados con sus mismas armas, lo único que conseguiremos es crear víctimas, mártires y caídos por la causa.
Al sentido del humor, de los que los muy cretinos andan tan faltos, no saben como enfrentarse.
Podrán molernos a palos o hacernos volar en pedazos, pero no podrán impedir que nos cachondeemos de ellos.

Al refrán me remito: "Quien ríe último, ríe mejor."

3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

simplemente impecable. Recomiendo su lectura obligatoria en todos los colegios (y no sólo electorales)

suyo de usted

patrick

11:37 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Lección de tolerancia, empecemos por enviarla al congreso y que la lean cien veces a ver si aprenden y pueden ser espejo de algo para el resto de españolitos

5:51 p. m.  
Blogger Ivo von Menzel ha dicho...

Muchísimas gracias por tan amables palabras. El sentido del humor es una cosa muy seria.
No se olviden de reír, como mínimo dos o tres veces al día, harto saludable.

Un abrazo,

Ivo

1:54 p. m.  

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