El Sr. Sam Cooke. Una de las voces más sobresalientes y elegantes de todos los tiempos. Un intérprete soberbio. Un cantante excepcional que se llevó de manera brutal el odio racial. ¡Gran Sam!
cuantos buenos músicos tuvieron como escuela y local de ensayo las casas de citas. Los prostíbulos han contribuido en gran medida a la evolución de la música popular.
Usted debe ser de natural mojigato, gazmoño y santurrón, amigo de las marchas militares y de la música sacra más rancia.
Lo que hubiera disfrutado usted en las recepciones musicales que cada año ofrecía el Generalísimo en el Pardo.
Eso si que eran músicos, raciales y con mucho arte y salero sandunguero. ¡Gente de orden!
Me quedo con los discos de Sam, duda cabe. Everybody likes to cha-cha-cha!
En la música popular los mejores han sido y serán la gente de color, porque lo llevan en la sangre.
En el soul, rythm and blues, la bossanova brasileña, siempre han dominado ellos. Michael Jackson era espectacular hasta que se tornó blanco. El arte flamenco lo cultivan los gitanos y eso es una metáfora de lo que es la música, mezcolanza de razas y emociones que sólo pueden expresar quienes llevan multiracialidad y multiculuralidad en las venas. Lamentablemente a menudo instigados e inspirados por las penas y la dureza de sus vidas. Cien por cien de acuerdo con Ivo, la buena música surge de sitios siniestros y experiencias duras y acongojantes. Acaso dos de los pocos músicos blancos buenos, Nick Drake o Jeff Buckley, vivieron experiencias terribles. Esto no quiere ser malos augurios ni esoterismo de baratija.
Fijaros en África, donde sabemos que sufren y andan duramente salvando el día a día, bailan cada día y festejan y cantan más que ninguno otro, y paren artistas a tuttiplen.
Nací prematuramente, lo que me confirió un carácter nervioso que me temo arrastraré de por vida.
Pasé una larga temporada en una incubadora, jamás he soportado los sitios cerrados.
De muy pequeño estuve al cuidado de una niñera cordobesa.
Al ingresar en el parvulario alemán los demás niños huían de mí por mi acento andaluz y por mi tufo a ajo. Estudié E.GB. en una escuela bilingüe alemana. Fui un niño enfermizo y un alumno pésimo. Detestaba el colegio. Cursé primero de B.U.P en la Escuela Suiza, desde entonces aborrezco el chocolate, y segundo en una escuela reformatorio para niños pijos díscolos.
Me matriculé en realización en video y TV y en dirección de cine.
He desempeñado un sinfín de trabajos: friegaplatos, cocinero en un garito mexicano, operario en un taller de velas, grabador de datos en una empresa de telefonía, ayudante de fontanero, encargado en un restaurante gallego, asistente de fotógrafo. He servido copas en un bar country, he vendido libros de arte, he trabajado en rodajes, he escrito contenidos para páginas web.
En la actualidad vivo con mi maravillosa mujer, disfruto con mi actual trabajo y tengo el placer de seguir cantando en Los Soberanos.
4 comentarios:
Un cansadamas drogota con una buena culebra del Mississippi.
Y canciones de puticlú.
Estimado Anónimo,
cuantos buenos músicos tuvieron como escuela y local de ensayo las casas de citas.
Los prostíbulos han contribuido en gran medida a la evolución de la música popular.
Usted debe ser de natural mojigato, gazmoño y santurrón, amigo de las marchas militares y de la música sacra más rancia.
Lo que hubiera disfrutado usted en las recepciones musicales que cada año ofrecía el Generalísimo en el Pardo.
Eso si que eran músicos, raciales y con mucho arte y salero sandunguero.
¡Gente de orden!
Me quedo con los discos de Sam, duda cabe.
Everybody likes to cha-cha-cha!
Atentamente,
Ivo
En la música popular
los mejores han sido y serán la gente de color, porque lo llevan en la sangre.
En el soul, rythm and blues, la bossanova brasileña, siempre han dominado ellos. Michael Jackson era espectacular hasta que se tornó blanco. El arte flamenco lo cultivan los gitanos y eso es una metáfora de lo que es la música, mezcolanza de razas y emociones que sólo pueden expresar quienes llevan multiracialidad y multiculuralidad en las venas. Lamentablemente a menudo instigados e inspirados por las penas y la dureza de sus vidas. Cien por cien de acuerdo con Ivo, la buena música surge de sitios siniestros y experiencias duras y acongojantes. Acaso dos de los pocos músicos blancos buenos, Nick Drake o Jeff Buckley, vivieron experiencias terribles. Esto no quiere ser malos augurios ni esoterismo de baratija.
Fijaros en África, donde sabemos que sufren y andan duramente salvando el día a día, bailan cada día y festejan y cantan más que ninguno otro, y paren artistas a tuttiplen.
emil
Con canciones de puticlú, queria decír, canciones pa follar, o sea, música de cansadamas de whiskeria. Ni ritmo ni blues ni pollas.
"Voz de terciopelo" "que garganta" "cuanto estilo"
Bah! mariconadas!
Un homosexual como S.Q.Ryder con un solo tema se cepilla toda la discografia del fulero este. Como Marvin Gaye o los Temptations mismamente.
marchas militares?
musica sacra?
Generalisimo?
el Pardo?
raciales?
uf, cuanto palabro "muy español"
saludos desde el anonimato
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