miércoles, noviembre 29, 2006

Demasiados años sin Archie Leach

DESENLACE

29 de noviembre de 1986. Davenport, pequeña ciudad a orillas del Mississipi, sita en la zona conocida como la franja del maíz de América, Estado de Iowa, Estados Unidos

Un caballero octogenario está tendido en una cama del Hospital St. Luke’s. No lleva puestos los zapatos, pero viste impecable americana de tweed, camisa de seda y pantalones de franela gris. Le acompaña su joven y atractiva esposa. El personal médico y los otros pacientes, la mayoría granjeros, comentan por la bajo que es una vieja celebridad.
Se dirige a uno de los enfermeros con una sonrisa y marcado acento inglés:
“tengo un ligero dolor en el pecho, no creo que sea nada grave, procuren no exagerar”.
Se gira hacia su esposa y toma su mano:
“querida Bárbara, no te preocupes, no será nada”.
Horas después fallece.
Se ha ido Cary Grant, astro cinematográfico del viejo Hollywood, magistral actor, paradigma durante más de cinco décadas de elegancia y distinción.

PRIMER ACTO

28 de julio de 1920, trasatlántico Olympic, costa de Nueva York, a lo lejos se divisan la estatua de la Libertad y la silueta de los rascacielos de Manhattan

El corazón de Archibald Alexander Leach, un espigado y desaliñado joven británico miembro de la troupe de cómicos de Bob Pender, rebosa de emoción. Por fin lo ha conseguido, la tierra prometida. El camino no ha sido fácil, atrás deja una infancia miserable en los barrios más humildes de Bristol, un padre alcohólico, irresponsable y mujeriego, una madre recluida en el Instituto Comarcal de Deficientes Mentales, la marginación, el abandono y el hambre. Como única evasión, los pases de cine a dos peniques de los sábados y los modestos teatros de music-hall.
Años de esfuerzo y formación entre bambalinas. Tournés interminables.


7 de diciembre de 1931, Estudios Paramount, Hollywood, California

A los once años de haber desembarcado en Estados Unidos, Archie firma un contrato con la Paramount y se convierte en Cary Grant. A punto de cumplir veintiocho años, es un hombre atractivo que viste y se peina como un macarra barriobajero. Vive en una habitación alquilada. Sus únicas pertenencias, un Packard del 28, un baúl que contiene todas sus posesiones y un álbum con cuatro recortes de prensa.
De la mano de la vulgar actriz Mae West alcanzará el tan largamente ansiado estrellato, la fama y la fortuna.


SEGUNDO ACTO

26 de febrero de 1966, Burbank, California

Nace la primera y única hija de Cary Grant. Tras 73 películas, algunas auténticas obras maestras, muchas buenas y unos cuantos títulos infumables, cuatro matrimonios desastrosos, cuadros de alcoholismo, rumores de bisexualidad, tratamientos psiquiátricos con ácido lisérgico, pleitos y demandas ; el actor pone fin a su brillante carrera cinematográfica para dedicarse en cuerpo y alma a su vástaga y a su trabajo como asesor de la Firma Fabergé.
El golfillo de Bristol se ha convertido en todo un gentleman, dueño de un encanto, estilo, ingenio y desenvoltura incomparables.

Transcurridos tantos años nadie ha conseguido superarle, ni siquiera se han acercado.
A los intérpretes actuales que se ven obligados a lucir smoking en una película, les falta la servilleta en el antebrazo y la bandeja con los canapés. Nadie ha vuelto a hacer gala de sus maravillosas dotes par la comedia, lo cierto es que hace siglos que no se rueda una buena comedia. Nadie ha vuelto a conferirle esa naturalidad a sus papeles dramáticos. Nadie volverá a lucir ese peinado inamovible y ese nudo de pajarita magistral.

Y nadie volverá a correr con tanta elegancia perseguido por una avioneta fumigadora.

Demasiados años sin Archie Leach.



2 comentarios:

Blogger uri ha dicho...

Un brindis por el Sr.Grant.
Descanse en paz.

11:39 p. m.  
Blogger Ivo von Menzel ha dicho...

Por siempre jamás.
Los sastres de medio mundo siguen llorando su muerte.
Tómense un Dry Martini a su salud.

1:38 p. m.  

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