Tocan a difuntos
Muchas de nuestras costumbres más arraigadas están condenadas a desaparecer en favor de otras exportadas, normalmente de los Estados Unidos, mucho más estridentes, trepidantes, bobaliconas y consumistas.
Poco tienen que ver las actuales fiestas navideñas con las de antaño.
A finales de octubre ya se pone en marcha el bombardeo masivo de anuncios de juguetes, colonias y perfumes, pequeños electrodomésticos, cava y langostinos de oferta. Una semana más tarde, los establecimientos despliegan, al más puro estilo Las Vegas, luminaria, Papa Noeles y horrendos abetos de plástico.
Gracias a Dios, todavía conservamos el turrón, el sorteo de Navidad y la cabalgata de Reyes.
Por no hablar del uno de noviembre, desde hace unos años ya nadie se refiere a la festividad de Todos los Santos, ahora lo que está mandado es celebrar Halloween ¡Adelante con la fantochada!
Déjese de deprimentes visitas al cementerio y de honrar a sus difuntos con ofrendas florales. No sea usted tan antiguo, ser sentimental es un claro síntoma de debilidad.
Llene su casa de calabazas, telarañas, gatos negros y colmillos y tenga a bien salir a la calle disfrazado de alguna extraña criatura salida de una película de terror de serie B.
Olvídese de castañas y boniatos asados. Cierto es que el cambio climático dificulta la ingesta y digestión de tan calóricos frutos otoñales, se lo digan a la aguerridísima castañera que brasero en mano ha tenido, a pesar de las altísimas temperaturas, las narices de instalar su chiringuito en mi calle. Una de dos, o es una acérrima defensora de las tradiciones patrias, o tiene el termostato averiado ¿A ver quién es el guapo que se mete entre pecho y espalda un cucurucho de humeantes castañas a treinta grados a la sombra?
¿Y qué me dice de los niños?
Seamos prácticos ¿Tiene alguna utilidad didáctica que reciten “El monte de las ánimas” de Bécquer o fragmentos del Tenorio en la escuela? ¿Para que aburrirlos?
También puede resultar extremadamente peligroso que se diviertan y estimulen su imaginación explicándose historias fantásticas en una habitación iluminada únicamente con una linterna.
Vístalos de superhéroe de Manga o de asesino en serie y llévelos en tropel al Chiqui Park más próximo, donde, mientras se atiborran de chucherías y hamburguesas, les proyectarán alguna película donde una pareja de oligofrénicos hace picadillo a hachazos a media ciudad de Nueva York.
Tocan a difuntos para nuestras tradiciones seculares.
En honor a la tradición, y ya que no doy nunca con la ocasión de hacerles partícipes de mi pasión por la cocina, hete aquí la receta de unos dulces tan nuestros y tan propios de estas fechas como son los panellets.
¡Buen provecho!
Receta de panellets de piñones
Ingredientes para 1 kilo
- 1/2 kg de almendra molida.
- 200 gramos de patata
- 400 gramos de azúcar.
- 2 huevos
- 1 limón
- 1/2 kilo de piñones
Lavar las patatas y cocerlas con su piel (aprox. 25 minutos), para asegurarnos de que están cocidas, basta pincharlas con un cuchillo.
Pelarlas y pasarlas por un pasapurés (si no disponen de pasapurés pueden machacarlas con un tenedor).
Separar las yemas y reservar las claras.
En un recipiente hondo poner el puré de patata, la almendra molida, las yemas de huevo, el azúcar y la ralladura de limón.
Trabajar bien los ingredientes hasta conseguir una masa homogénea.
Batir las claras de huevo en un plato.
Formar con la masa unas bolas del tamaño de una nuez.
Pasarlas por la clara batida y rebozar con los piñones.
Engrasar una bandeja de horno, espolvorearla con harina e ir colocando en ella los panellets.
Hornearlos a 220 grados durante unos 10 minutos.
8 comentarios:
Trick or Treat?
saludos escalofriantes,
Count Bishop
los panellets auténticos se hacen sin patata, boludo. ünicamente y purititamente almendra.
un abrazo torpedo
¿Usted sabe por un casual a cuánto va el kilico de almendra?
El auténtico panellet mileurista lleva papa por un tubo y piñones chinos, los propios del pi de les tres branques valen su peso en oro.
Al igual que la esquixada se hace con palito de cangrejo.
El bacalao está en vitrina y bajo llave.
Renovar o morir a base de bocata de chopped.
No hay trato, Bishop.
Un abrazo,
Ivo
Me he dejado una e en esqueixada, mil perdones.
Un abrazo,
Ivo
Perdón por mi gran ignorancia culinaria, però,.......(con boca muy pequeña), "els panellets es poden fer a el microones"?.
Tenemos el horno solo para dar un poco más de "caliu" a la cocina.
Felicidades de nuevo. Que bien dices lo que dices!!!
Estrellita de San Juan.
Reverenciada Estrellita,
siento no poder serle de mucha utilidad en este caso, me declaro profano en todo lo relacionado con tan moderno aparato. Tenía uno de oferta que feneció en trágicas circunstancias cuando decidí secar unos calcetines recién lavados antes de partir a Alemania.
No tenía un solo calcetín limpio, los lavé a mano, pero estábamos en pleno febrero húmedo y frío y no se secaban ni a tiros.
Había oído, en algún bar, seguro, y a horas intempestivas, de gente que secaba ropa en el microondas.
Metí ocho pares de calcetines y le di a la ruedecita, que no la de la fortuna, le di en varias ocasiones y parecía que el asunto funcionaba, me hice un tentempie antes de coger un taxi al aeropuerto y me olvidé de los calcetos.
Una humareda negra invadió el piso, el microondas en llamas, un pestazo a poliéster quemado de mucho cuidado, y eso que en la tienda me habían asegurado que eran cien por cien algodón, hilo de Escocia, no se puede fiar uno ni del apuntador. Arreglé el desaguisado y me compré dos pares de calcetines el en el duty free.
Tema microondas.
Los panellets se hornean muy brevemente para tostar la parte de arriba de los mismos, mera cuestión de presentación, y para que queden algo más compactos, si se hornean en exceso son una excelente arma arrojadiza.
Yo creo que el grill del microondas puede cumplir esta función.
Yo me arriesgaría. Ya me contará Usted.
Quedo a su entera disposición.
Suyo de Usted, deposito un casto beso en su mano, dele un fuerte abrazo su señor marido de usted y cariñosos collejones para sus dos encantadores vástagos, rayos de sol que iluminan la mañana.
Afectuosamente,
Ivo
No quisiera suscitar polemica; pero el panellet de pobre es con boniato, no con patata....
El de señorito es con almendra....
Ta luec!
Gabi.
Amigo Gabi,
eso también era antaño, el boniato se considera producto de lujo y apenas se consume, por lo que sale bastante más caro que la vulgar y alimenticia patata. Almendra, en menor o mayor medida, siempre lleva, sino serían bombas dulces.
Lo más económico es pillarse las bandejas que tienen expuestas al lado de las cajas en el Metadona.
¡Delicatessen!
También era de potentado el pollo, y va ves ahora, prácticamente lo regalan.
Un abrazo,
Ivo
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