¡Viva Escaña!
Volvieron a reunirse los fanáticos en Pamplona para tomarse unos culos de sidra.
En el marco incomparable de un desangelado polideportivo (por lo menos los nazis se gastaban los devaluados marcos en ornamentación, uniformes de confección italiana facilitados por el amigo Benito, pebeteros gigantes y banderolas), Marian Beitialarrangoitia (9 de cada 10 españoles tienen serias dificultades para pronunciar, incluso con la boca llena de txistorra, semejante apellido), actual alcaldesa de Hernani (¿Son símbolos de opresión españolista los peluqueros de señoras y las esteticistas?), aprovechó el evento para enviar un cariñoso saludo y pedir un aplauso para dos mártires de la sacrosanta defensa nacional, víctimas de la brutal represión policial.
Lo que sí se pudo constatar en tan desabrido mítin (cruce entre retrospectiva de cine gay lésbico y concurso de levantamiento de pedruscos, gordos y cabezones) es que lo que más le satisface al personal, aquí y en Pekín (no hay hecho diferencial que valga), es manducar y darle al morapio.
Antes, durante, y tras la retahíla de necedades, discursos envenenados y patéticas demostraciones nacionalistafolclóricas (¿Vieron las caras de esos pobres niños tocados con unos humillantes capirotes a quienes obligaron a ejecutar un sombrío bailecillo?), la concurrencia se hinchó a comer y beber.
A pesar del odio que esta morralla le profesa al resto del país, es innegable que el amor por el chateo les une de manera indisoluble (por mucho que ellos no quieran) al resto de habitantes de la Península Ibérica (a los portugueses les gusta más una copa de vino y una ración de bacalao que a un tonto un lápiz).
Un estudio reciente ha vuelto a poner de manifiesto que España es el país de la Unión Europea con más establecimientos de hostelería (bares, restaurantes, y cafeterías), concretamente 344.426 (un bar por cada 129 habitantes), muy por delante de otros Estados europeos como Francia, Alemania, Italia o el Reino Unido, que curiosamente tienen mucha más población y clientes potenciales.
En Chipiona, A Feira Nova, Xàtiva, Chinchón, Reus o Barakaldo no encontrará a nadie en su puesto a la hora del aperitivo.
Rindámonos a la evidencia, por estos lares se vive en el bar, y éste no entiende de cuestiones identitarias y demás zarandajas (se lo pregunten a los cocineros filipinos que bordan el pulpo a feira y a los camareros chinos que sirven carajillos).
Para poner punto final a tanta confrontación fratricida, voto por dejarnos de puñetas y cambiar el nombre de nuestra nación por uno al gusto de todos.
¡Rebautizo ya!
¿Qué les parece Escaña?
Quizás así conseguimos de una vez por todas que las únicas bombas que tengamos que tragarnos sean las picantes.
entrada de Ivo von Menzel a las
1/15/2008
10 comentarios:
¡Más claro no se puede decir! ¡En los bares y billares es donde se aprende a vivir! ¡Viva Escaña!
por cierto, no sé lo que comen estos tipos, pero se han fijado lo feas que son las mujeres abertzales. La que no lleva una camisa de cuadros rollo lesbiana-macho, lleva el pelo rojo corto con una cara avinagrada de espanto...y las jovencitas, pues dan miedo de lo sucias que se ven. En fin, quizá el problema de los vascos es que follan poco. No es broma. Pregunten a un vasco y verán. Claro que con ese percal...
En fin, mis más cordiales saludos y una tapa de gambas en gabardina!
Doncs sí que ens escanya, sí. Ja ho diu vostè bé.
Lo del otro día fue patético e inconcebible, a no ser que se hayan dado ustedes una vuelta por Oyartzun, Usúrbil, Rentería y por el Goierri en general, donde este tipo de actos son absolutamente cotidianos y donde los murales que pintan los niños en los colegios hacen referencia a los presos de Eta.
Por otra parte, ¿cómo afirma Rubalcaba que han detenido a los dos etarras que atentaron en la T4 y que son esos dos? ¿han sido juzgados y ha sido probada su culpabilidad? ¿han confesado voluntariamente? ¿ o simplemente es un punto de cara a las elecciones, en plan "hemos detenido a los de `nuestro´ atentado " ?
Y por último, y compartiendo la opinión sobre los peinados de las abertzales ¿no les parecía la alcaldesa pariente de María San Gil, con el pelo más corto?
Ante todo, ¡viva Escaña! y por mucho tiempo. Tengo el placer de residir en Andalucía, donde la caña, la gambita blanca y el jamón de verdad reinan desde hace mucho, pero no sólo ellos, sus consortes la pringaíta, el gazpacho, el vino del Condado, las tostás con aceite, el aceite, la aceituna y la madre que los parió a todos benciden esta tierra de nombre árabe donde la luz del sol hace brillar a los corazones. Por cierto, aquí hay muchas cosas que merecen mejoría, pero aberchales no hay y las mujeres son las más bellas de la cuenca mediterránea. ¿Tendrán algo que ver el follar, comer y beber bien con el no estar permanentemente cabreado y por tanto convertirse en aberchale, hacerse un corte de pelo extrañísimo (creo que no he visto un corte que empobrezca más la imagen de las personas) y dedicarse a resolver el mundo a ostias?
¿Será la solución del terrorismo el abrir más bares en el País Vasco? ¿Serían más efectivas las condenas de los asesinos si éstas consistieran en conocer de cerca el mal del mundo? (pienso en misioncillas a zonas de desastre, en particular África pero no necesariamente). Y mira que se come y se bebe bien en el País Vasco... pero es que están siempre cabreados los aberchales, joder!
Espanya escanya !!!
Pues mira que las procesiones de Semana Santa en Andalucía. Allí sí que hay capirotes !!
"...que no entiende de cuestiones IDENTITARIAS"........"por ello el nombre de NUESTRA NACION "...
jajajaja
Muy buenas tardes
Me he limitado, para no repetir constantemente la palabra España (afea un escrito tanta reiteración) a mentar España sirviéndome del término que aparece en la Constitución (mía y suya).
La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común en indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.
La Constitución no dice cuáles son las nacionalidades y cuáles las regiones, cosa que han hecho luego los respectivos Estatutos de Autonomía, pero en cualquier caso no concibe a España como única realidad nacional.
A partir de esta premisa, el Título VIII de la Constitución ha permitido edificar un estado en el que el castellano y “las demás lenguas españolas” son declaradas oficiales, la primera en todo el Estado y las segundas en sus respectivas comunidades autónomas, como dispone el artículo tercero de nuestra Norma fiundamental.
Me guste o no, le guste a usted, lo comparta o no, le parezca magnífico o le duela en el alma, mientras las urnas no declaren lo contrario, usted reside en la nación española y posee la documentación que le acredita como cuidadano de la nación española.
Así están las cosas.
Me ciño al marco constitucional, cosa que debería hacer todo aquel que estando en desacuerdo con la realidad “nacional” quiera cambiar las cosas.
Para poder modificar las leyes primero hay que conocerlas.
Muchos exaltados y bastantes zopencos hurgan en cualquier resquicio para poder meter con calzador sus, la mayoría de las veces absurdas, reivindicaciones; pero lo primero que tendrían que hacer (antes de abrir la bocaza) es saberse al dedillo las reglas del juego.
Cordiales saludos,
Ivo
"NUESTRA UNICA NACION INDISOLUBLE , CUYO EJERCITO GARANTIZA CONSTITUCIONALMENTE NO SOLO SU DEFENSA SINO SU UNIDAD, CON SU SUPERDOTADO REY A LA CABEZA"
Pedone, que ya sabemos que las "trifulcas identitarias" no afectan a los que defienden el status quo con uñas y dientes. Ellos no son identitarios, sino que son españoles. Y no son nacionalistas, sino que España es su nación (la nuestra, coño).
Y bocaza la de su padre.
Buenas tardes,
mi señor padre, aunque baladrón y truhan, tiene la boca fina y proporcionada (cosa de su inmejorable genética), y además acude regularmente a un excelente barbero y se viste por los pies, siempre con el más exquisito género.
¡Córtese el pelo como Dios manda y métase dentro del pantalón los faldones de la camisa (si es que sabe lo que es eso)!
¡Haga el favor!
¡No importune, joven!
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