viernes, junio 29, 2007

Beba sin temor


Desde tiempos inmemoriales el ser humano aprendió a fermentar semillas y frutos para conseguir una sustancia que tras su ingesta provocaba un estado de cierto bienestar.

Durante muchísimos años el consumo del alcohol ha estado bien visto, reconocido como un factor de integración social y favorecedor de la convivencia.

Antaño, aposentarse en un taburete y tomarse una copa tenía incluso un punto de sofisticación.

Esta antigua filmación aporta unas cuantas sugerencias para pimplar con gracia y finura.

¡Muerte al botellón!

¡Feliz fin de semana!

3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

¿Es de recibo invitar a los lectores a beber sin moderación hasta el punto de martillear la cabeza de otras personas?

9:35 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La filmación no induce a la desmandada ingesta de espirituosos.
Tampoco instiga la violencia.
Fíjese usted que quien golpea es el camarero al cliente, y no a la inversa.
El mozo va sobrio perdido.

Y que quiere que le diga, es preferible un martillazo acompañado de un dry martini que morir apaleado a manos de un pastillero, achuchillado por un yonqui, braseado sin clemencia por un farlopero en pleno subidón o diñarla de puro aburrimento por la cachazuda chácahara de un porrero.
¿Otra ronda?

2:03 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Antes que semejante martillazo mejor conversar con una mujer de ojos brillantes, no a causa del aguardiente, sino por razón del torrente de emociones arremolinados en un sobrio y musical corazón.

Je je, no hablaba en serio, lleva usted razón en eso de que beber crea compadreo y es una sana diversión.

Un abrazo

12:14 a. m.  

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